jueves, 3 de enero de 2008

Puentes interreligiosos

El Vaticano intenta recuperar el diálogo entras el mundo cristiano y el Islam. Los esfuerzos del Vaticano por recuperar el diálogo entre el mundo cristiano y el Islam han sido considerados como un importante símbolo de reconciliación.
Pero muchos se mantienen escépticos sobre los resultados que puedan alcanzar el papa Benedicto XVI y representantes del mundo musulmán.
En este contexto, ¿cómo se puede describir el tipo de relación que han mantenido las dos iglesias? Sobre el tema, Javier Lizarzaburu de BBC Mundo conversó con la teóloga y profesora de la Universidad de Londres Gemma Simmons.
¿Ha cambiado la relación a través de los años?
En las últimas décadas este diálogo ha sido bastante diferente de lo que sucedió en siglos anteriores, en la Edad Media, por ejemplo, cuando en España y en otras partes de Europa los filósofos cristianos y los filósofos musulmanes mantenían relaciones muy buenas a nivel de intercambios culturales e intelectuales.
¿Por qué habían buenas relaciones en esa época?
Porque los filósofos musulmanes eran muy fuertes y la teología y la filosofía cristiana reconocía el valor que había en la filosofía musulmana.
Además, que la situación política no era tan grave como hoy.
Pero la época a la que usted se refiere es la misma en que se expulsa a los musulmanes de la Península Ibérica. Entonces había una tensión política fuerte.
Hubo tensión durante varias décadas y en algunos siglos, pero se sabe que, por ejemplo, durante el florecimiento de la política musulmana en Córdoba había mucho respeto entre los intelectuales cristianos y musulmanes.
Lo que envenenó bastante estas relaciones fue la política y las cuestiones económicas.
Y en los últimos 100 años, ¿qué tipo de dinámica cree usted que ha habido entre el mundo cristiano y el musulmán?
Otra vez, en algunas partes se daban relaciones muy profundas. Pienso por ejemplo en el beato Charles de Foucauld, el francés que vivió en Argelia al inicio del siglo XX, y entre él y sus vecinos musulmanes había un intercambio y un respeto muy profundo.
Entonces, a nivel de la espiritualidad ha habido un entendimiento del valor, por ejemplo, del sufismo, que es la parte mística del Islam.
Pero a nivel político, a nivel de intercambios seglares, la cosa se envenenó muchísimo y profundamente.
No cabe duda que los eventos del 11 de septiembre del 2001 tuvieron un serio impacto sobre este diálogo entre las culturas. ¿Cómo lo describe usted ahora?
Parece que resulta muy difícil para el mundo islámico reconocer la diferencia entre el Oeste, Estados Unidos, la política de Occidente y el Cristianismo, porque son dos cosas muy diferentes.
Es decir que siempre ha habido tentativas de entenderse, de mejorar el entendimiento entre los dos grupos, pero también ha existido mucha amargura por el papel que ha tenido el Cristianismo con la política estadounidense y les resulta difícil reconocer la diferencia entre las dos.
Lo que usted me dice me hace pensar que las conversaciones del Papa Benedicto XVI con representantes musulmanes, sería parte de una estrategia muy específica de la Iglesia Católica de separar política de religión.
Absolutamente. El Papa no se ve como un líder político. Pero él es el mayor teólogo del mundo de hoy, que entiende muy bien lo que es el diálogo teológico.
Entonces, para él no es una cuestión de decir que Islam y Cristianismo son la misma cosa, que todos creemos en Dios y ya está, sino de buscar caminos a nivel teológico, a nivel cultural, a nivel filosófico, para entrar en un diálogo profundo con los elementos en el mundo islámico que tienen interés en dialogar a este nivel.
Tenemos que decir también que el Papa no es el presidente de Estados Unidos, ni los teólogos musulmanes son los líderes de Irán o de Afganistán.
A este nivel tenemos sitio para un intercambio para charlar unos con otros.
Finalmente, ¿qué sentido tiene hablar de diálogo entre religiones cuando el Papa anterior enfatizó muy claramente que la única fe verdadera es la Católica?
Esto es una manera bastante cruda de traducir lo que dijo el Papa (Juan Pablo II).
Él estaba hablando de verdades profundas pero había reconocido muchas veces que el espíritu de Dios habla dentro del Judaísmo, dentro del Islam, dentro de cada buena persona que cree en la profundidad de su corazón en el poder de dios sobre la vida humana.
Este es el nivel en el que podemos dialogar los unos con los otros. No es una cuestión de decir somos más fuertes que ustedes sino de buscar en humildad los cristianos, los judíos, los musulmanes, toda persona de buena fe, buscar nuevos caminos para ser más profundamente humanos.


Fuente:BBC mundo