lunes, 21 de enero de 2008

Negrura Infinita...

Oh Pyrena,
Diosa de la Muerte Sonriente
Tú que tienes la Morada
Más Allá de las Estrellas
¡Acércate a la Tierra de los Elegidos
Que Por Ti Claman!
Oh Pyrena,
Tú que antes Amabas con el Calor del Fuego a los Elegidos
y después los Matabas
¡Recuerda la Promesa!
¡Asesínalos primero con el Frío del Fuego,
Para Amarlos luego en Tu Morada!
Oh Pyrena,
¡Haz que Muera en Nosotros la Vida Cálida!
¡Haznos conocer a Kâlibur,
la Muerte Fría de Tu Mirada!
¡Y Haznos Vivir en la Muerte
Tu Vida Helada!
Oh Pyrena,
Tú que una vez Nos Concediste
la Semilla del Cereal
para Sembrar en el Surco de la Infamia,
¡Mata esa Vida Creada!
¡Y deposita en el Corazón del Elegido
la Gélida Semilla de la Piedra que Habla!
Oh Pyrena,
Diosa Blanca,
¡Muéstranos la Verdad Desnuda
por Kâlibur en Tu Mirada,
y ya no seremos Hombres sino Dioses
de Corazón de Piedra Congelada!
¡Kâlibur, Tus Elegidos Te Claman!
¡Kâlibur, Tus Elegidos Te Aman!
¡Kâlibur, Muerte Que Libera!
¡Kâlibur, Semilla de Piedra Congelada!
¡Kâlibur, Verdad Desnuda Recordada!


Extracto de la obra "El Misterio de Belicena Villca", de Nimrod de Rosario.